Mark Yarnell el autor del libro “Su primer año en el Network Marketing” fue pastor de una iglesia en un pequeño pueblo de Texas, el se dirigía a la bancarrota y a punto de perder su automóvil y hogar. Él buscó una salida y descubrió el mercadeo en red o el network marketing como también se lo conoce. Por suerte, él tenía un patrocinador sabio.

El patrocinador le dijo a Mark "LA PROMESA". "Este negocio puede liberarte financieramente de uno a tres años" Pero también le dio "EL PRECIO" "Para tener éxito, usted tendrá que enfrentar y conquistar 4 principales enemigos"

Mark dijo, "Es un acuerdo"

Mark comenzó invitando a 200 amigos a su casa para ver un vídeo. 80 dijeron que "NO, no estamos interesados"

-Mark había encontrado el enemigo #1:

EL RECHAZO.


El pensó, "no hay problema. Mi patrocinador me advirtió sobre eso. De los 200 amigos solo 120 dijeron que irían a su casa.." ¿Y Adivinen que pasó?

-El había encontrado el enemigo #2:

EL ENGAÑO.


Mark pensó, "No hay problema. Mi patrocinador me advirtió sobre eso, De los 20 amigos que dijeron ir a su casa, solo 70 personas llegaron y vieron el video." ¿Y Adivinen qué pasó?  57 dijeron "No estar interesados"

-El había encontrado el enemigo #3:

APATÍA.


Sin sentirse mal, Mark Pensó, "no hay problema. 13 personas se inscribieron en mi negocio"

¿Y Adivinen qué? 12 de esas personas abandonaron el negocio inmediatamente después de que se firmaron.

-El había encontrado el enemigo #4:

DESINTEGRACIÓN. 


La desintegración de su pequeño grupo solo había dejado a Mark con solamente un socio serio en el negocio. Pero hoy en día ese único distribuidor le hace ganar a Mark más de $50.000 por mes.



La historia de Mark Yarnell no es la única

usted puede haber oído de Bill Britt, uno de los distribuidores más exitosos en un reportaje sobre Amway. Hace algunos años, el programa norteamericano de televisión 20/20 hizo un reportaje sobre Amway. El programa paso 19 minutos entrevistando a llorones y quejumbrosos -Varios distribuidores que habían fracasado y mostraron los garajes llenos de productos que no podían vender. Durante el último minuto del espectáculo, el Sr Britt fue entrevistado frente a su mansión. Se le preguntó, "Sr. Britt, este negocio obviamente funcionó para usted. ¿Cuál es su secreto? " El respondió: "no hay ningún secreto" Simplemente mostré el plan a 1200 personas. 900 dijeron, "NO" y solo 300 se unieron a mi organización. De los 300, solo 85 empezaron a hacer algo. De los 85 solo 35 estaban serios en el negocio y de esos 35. Solamente 11 personas me hicieron millonario". Como Mark Yarnell, Bill trabajó a través de los números.


Esta es la lección:

Tu éxito se relaciona directamente con el grado al que estás dispuesto a trabajar para encontrar a otras personas como usted y que se hayan comprometido a tener éxito.

Las probabilidades de Mark Yarnell fueron 1 de 50. (La Jeff era realmente 1 de 2000). ¿Estarías dispuesto a ir a través de 200 personas para encontrar al 1 que te podría generar $50 000 al mes? ¿O pasar por 200 personas para convertirse en millonario? ¿O escuchar incontables “No” de 50 personas para encontrar a una persona del millón de dólares? Espero que sí. Es más fácil cuando sabes las probabilidades por adelantado

Pero aquí está el detalle: cada uno tiene su propio conjunto de probabilidades y no sabes cuales son hasta que después de que hayas tenido éxito.


Así es que si tu haz decidido ir por las 50 o 100 personas y todavía no has encontrado una persona seria para tu negocio, tu puedes renunciar y asumir que el negocio no funciona o reconocer que está trabajando a través de tus propios números. ¿Estás dispuesto a averiguar cuál es tu propio conjunto de probabilidades? Eso significa que tú debes pagar el precio por la libertad.

Recuerda que los números nunca fallarán. A pesar de que estás en tu nivel de habilidad, tu éxito está asegurado si hablas con suficientes personas. Y en el proceso tus habilidades mejorarán y también lo harán tus probabilidades.

No existe tal cosa como la suerte en esta industria. Ganar en grande en esta industria es cuestión de estar dispuesto a pagar el precio.

¿Estás dispuesto a pagar el precio? ¡Tu futuro está en tus manos!